En las relaciones
humanas uno de los momentos más difíciles que afrontan las personas son las
rupturas emocionales debido al inmenso dolor que acompaña esta experiencia. El
término que usamos es ruptura dado que su significado se refiere a la acción de
romper, separar las partes de un todo con violencia, hacer pedazos una cosa. Es
decir, estamos hablando de aquellas separaciones que al ser inmediatas,
inesperadas, forzadas por alguna de las partes, dejan en el otro una herida y
un gran dolor.
Esta es una
experiencia que las personas desean no haber vivido, borrar los hechos o
devolver el tiempo. La situación trae una profunda carga de dolor, sufrimiento,
rabia, llanto o miedo. Salir del infierno en el que se siente haber caído es
una urgencia, una situación de vital resolución para la persona que lo
atraviesa.
Lo primero que pasa
por la cabeza es cómo evitar la ruptura. En algunas personas pueden atravesar,
aunque sea por un instante, ideas como: “hay un error y aún no ha muerto” o “de
pronto quede un poquito de amor” o “quizás en un rato regrese”. Pero luego se
dan cuenta que no es así y continúa el proceso de afrontar un duelo.
El dolor que se experimenta
ante una ruptura o una pérdida es real; es sentir un dolor físico que capta el cerebro;
realmente es un dolor que va más allá de una ilusión, la persona lo siente en
su cuerpo como ardor, presión en el pecho, aplastamiento y ahogo. Los pensamientos giran en torno a la derrota, impotencia,
incredulidad, necesidad y soledad.
Afrontar el duelo. Etimológicamente
la palabra: “dwel” significa
batalla, proceso entre dos: una parte que acepta la realidad y otra parte que
quiere retener y no acepta soltar. Ante la ruptura es necesario soltar para no
quedarse detenido, estancado, muerto, viviendo en un tiempo pasado sin conciencia
del presente y sin meta en el futuro.
La palabra soltar es
una acción que debe ser conjugada en primera persona, en tiempo presente:
“suelto”. Porque solamente la persona que está atravesando la ruptura puede
hacerse cargo de su bienestar. Es una decisión individual, la prueba de su
condición existencial, aquella que Sartre en 1.946 presenta al decir en su
escrito “El existencialismo es un Humanismo”,
lo importante no es lo que han
hecho de mí, sino lo que yo hago con lo que han hecho de mi”.
Una de las primeras
cosas para hacerse cargo de soltar son los mensajes aprendidos, como pensar que
las personas, situaciones o experiencias son eternas, lo cual es un engaño para
evitar la angustia de la soledad y la finitud que pone a todos a vivir en la
realidad. Mensajes que llevan creencias culturales y des-centran a las personas
de las situaciones humanas y su facticidad. La verdad es que si las personas
recibieran una educación para reconocer que la vida es cambiante, impredecible,
incontrolable y finita; afrontarían de mejor forma la ruptura, siguiendo el proceso
que esta lleva y sin luchas estériles. Esto es desde la filosofía zen “no
empujar el rio porque él fluye solo”.
El siguiente aspecto
para hacerse cargo es el de vivir, que es distinto a sobrevivir. Vivir
entendido como existir, habitar la vida, es estar presente en mente, cuerpo,
alma y emoción, con lo que aquí y ahora está aconteciendo. Es la decisión de cómo estar plenamente en lo
que está pasando para no perderse la posibilidad de un nuevo amor, del hijo o el padre
que aun están vivos, del disfrute de aquello que sigue ahí.
“si de noche lloras por no ver el sol, las lagrimas te impedirán ver las
estrellas” Tagore.
Este artículo hace
parte del taller Rupturas Emocionales: “No empujes el río”, al cual queremos
invitarte este 21 y 22 de marzo de 2015. Un taller diseñado para comprender y
trabajar el duelo. Para más información envíanos tus datos e inquietudes a
través del link “Contacto” o escríbenos al correo awensas@gmail.com. Te esperamos.
Mónica Lozada Páez
Directora general
Grupo Awen S.A.S.
Gracias Monica. Gran enseñanza. Dejar ir. Vivir lo que hoy tengo. Vivir el hoy es poder vivir para disfrutar.
ResponderEliminarEn horabuena, hacia falta este tipo blog...que abran puertas y permitan dejar fluir...
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